Aunque todos los países del Corredor Seco cuentan con Políticas Nacionales de Gestión Integral de Riesgos y planes nacionales de gestión de desastres, estos instrumentos no abordan de manera adecuada la sequía desde un enfoque integral y preventivo. En general, las respuestas se centran en atender la emergencia una vez que ocurre, con acciones como la entrega de alimentos, dinero en efectivo, agua o insumos agrícolas a las familias en situación de inseguridad alimentaria.